Desde 1991 en el Sistema Nacional de Normalización y Certificación del Sector Agua, desarrollado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), se fue consciente de que en él se debería incluir el com-ponente no sólo urbano e industrial del mismo, sino el rural y agrícola, sin pena de dejar trunco el sistema
en su parte más importante desde el punto de vista del consumo, ya que este subsector, como se sabe, consume poco más del 75% del agua utilizada en México.
No se concibe ningún tecnológico sin la adecuada transferencia a quienes finalmente serán los usuarios
del mismo. La herramienta documental más importante de esta transferencia es precisamente la norma. Independientemente de las objeciones que se le hacen a la tecnificación del campo, desde entonces fue necesario impulsar las actividades de normalización y certificación de los equipos y sistemas para riego y drenaje agrícolas, si de verdad se quiere revertir la tendencia al agotamiento de un recurso tan preciado para la vida como lo es el agua.
Sin embargo nada garantiza que estos sistemas sean utilizados a su máxima eficiencia; por lo qu fue nece-sario asegurar que los equipos y materiales, los diseños y las instalaciones de dichos sistemas de riego y drenaje, estuvieran de acuerdo a las normas y especificaciones nacionales e internacionales pertinentes.
En este sentido, en 1992 se iniciaron los trabajos de evaluación de proveedores de bienes y servicios para este subsector, como lo son los fabricantes y distribuidores de equipos y sistemas de riego y drenaje, los prestadores de servicios de perforación y reconstrucción de pozos de agua para riego y de diseño e insta-lación de sistemas de riego y drenaje.
Los resultados no fueron nada halagüeños, pues en varios proyectos de este tipo desarrollados entre 1992
y 1994 se encontró que de 61 empresas evaluadas, aproximadamante el 30% salieron confiables condicio-nadas y el resto no confiables, es decir, ninguna propiamente confiable.
Dada la anterior situación, el IMTA emprendió acciones tendientes a remediar dicha carencia, con la ela-boración, en primera instancia, de propuestas de normas sobre el tema y, en segunda, la creación y pro-moción de los comités y grupos de trabajo de normalización pertinentes, así como la elaboración de di-seños de los bancos de prueba en los cuales realizar las pruebas requeridas en las normas en cuestión,
a la espera de las condiciones económicas propicias para su construcción, fuera por medio de financia-mientos públicos o bien a través de financiamientos de instituciones nacionales o internacionales.
Como consecuencia de lo anterior, en 1998 se crea el Comité Técnico de Normalización Nacional de Sis-temas y Equipos de Riego (COTENNSER), con el propósito de atender de manera exclusiva al Subsector
de Riego y Drenaje. La presidencia del Comité fue ocupada por la Coordinación de Tecnología Hidráulica
del IMTA; dichas acciones fueron avaladas por la Gerencia de Normalización de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), desde entonces, se ha logrado el desarrollo y la aprobación de quince normas mexica-nas sobre equipos y sistemas de riego y drenaje. Este Comité está conformado por representantes de to-
dos los sectores de la competencia de sistemas y equipos de riego y drenaje, mismos que se reúnen tri-mestralmente para discutir y tomar decisiones sobre las propuestas de anteproyectos, el desarrollo de nor-mas mexicanas, y otros temas relacionados, tal como la difusión, promoción y capacitación sobre norma-lización y certificación, laboratorios para las pruebas de los equipos normados o en proceso de normaliza-ción.
Así pues, la normalización y evaluación de la conformidad con base en las normas de productos, equipos, materiales y servicios, son las acciones e instrumentos idóneos para el uso eficiente y racional del agua en el Subsector Riego y Drenaje precisamente.
A la fecha, el COTENNSER a través de sus equipos de trabajo multidisciplinarios ha desarrollado 15 normas de productos, serviciosy sistemas relacionados con el riego por gravedad o superficial, el riego presurizado en sus diferentes modalidades, así como el drenaje agrícola, mismos que se indican a continuación:
Diseño:
NMX-O-177-SCFI-2011, Lineamientos generales para proyectos de sistemas de riego presurizado.
NMX-O-180-2011-SCFI, Lineamientos generales para proyectos de sistemas de riego por aspersión.
Construcción e Instalación:
NMX-R-048-1911-SCFI- Especificaciones para proveedores de servicio relativos a sistemas de riego.
Entrega - Recepción:
NMX-O-167-SCFI-2011- Requisitos técnicos mínimos para el uso eficiente del agua y la energía en sistemas de riego presurizado.
Componentes:
NMX-E-225-1998-SCFI- Requisitos mecánicos y funcionales de cintas de goteo para su instalación y opera-ción de campo - Especificaciones y métodos de prueba.
NMX-O-082-2000-SCFI- Goteros para sistemas de riego- Especificaciones y métodos de prueba.
NMX-O-084-SCFI-2001- Rociadores para riego presurizado- Especificaciones y métodos de prueba.
NMX-E-234-2001-SCFI- Tubería de PVC de baja presión para riego con compuertas- Especificaciones.
NMX-E-227-SCFI-2011- Industria del plástico - Tubería de PVC - Tubos de poli (cloruro de vinilo) PVC sin plastificante para la conducción de agua para riego a baja presión - Especificaciones.
NMX-166-2001-SCFI- Aspesores giratorios por impacto para sistema de riego por aspersión -
Especificaciones y métodos de prueba.
NMX-E-234-SCFI-2011- Industria del plástico - Tubería PVC - Tubos de Poli (cloruro de vinilo) PVC sin plastificante para la conducción de agua para riego por medio de compuertas - Especificaciones.
NMX-E-240-SCFI-2011- Tubo de polietileno flexible corrugado y conexiones para drenaje agrícola subterráneo- Especificaciones y métodos de prueba.
Sistemas:
NMX-XXX-XX-2013- Sistemas de riego - Términos y definiciones.
NMX-O-223-SCFI-011- Medidores de descarga de pozos de agua para riego en conductores cerrados -
Especificaciones y métodos de prueba.
NMX-O-167-SCFI-2011- Requisitos técnicos para el uso eficiente y la energía en sistemas de riego presurizado.
En cuanto a actividades de capacitación y evaluación de la conformidad se ha logrado lo siguiente:
Por otra parte en 1994 el COTENNSER participó por primera vez como observador en la reunión anual de Subcomité 18 de Equipos para Riego y Drenaje Agrícolas, perteneciente al comité 23 de la ISO de Tractores y Maquinaria para la Agricultura y la Silvicultura. A partir de esa fecha, el Comité de Atención a la ISO (CMISO) ha sido un participante asiduo en este foro, habiéndosele otorgado por parte de la DGN en 1998 la acreditación como miembro asociado en el mismo, labor que ha enriquecido el acervo necesario para su contraparte nacional, el Comité Técnico de Normalización Nacional de Sistemas y Equipos de Riego y, en este sentido, la participación en dicho subcomité fue reconocida, pues la reunión de 1999 se nombró a un especialista de IMTA, jefe de proyecto de la norma internacional de Tubería de PVC c/compuertas para riego agrícola, propuesta de norma que es equivalente a la entonces elaborada en el COTENNSER.
En el documento de la ISO intitulado "Creando confianza: La caja de herramientas de la evaluación de la conformidad", se es explícito en lo que se refiere a la utilidad de la evaluación de la conformidad, a saber: "La evaluación de la conformidad proporciona los medios para probar la conformidad de estos productos y servicios con estas expectativas, de acuerdo con las normas, reglamentos y otras especificaciones. Con-tribuye a garantizar que los productos y servicios cumplan sus promesas. En otras palabras, la evaluación de la conformidad crea confianza".
Así se puede decir que la normalización, la certificación, la evaluacíón de la conformidad y la metrología, crean puentes entre sectores y subsectores, además de las "preocupaciones sociales, esto es, la salud,
la seguridad, el medio ambiente, el bienestar económico, el comercio justo, la protección del consumidor
y las leyes y regulaciones gubernamentales, y las preocupaciones de negocio, esto es, el comercio, la ca-lidad, la rentabilidad, la fabricación, la distribución, la compra, el uso, las especificaciones y los contratos".
Es sintomático de la preocupación que tiene la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y los sectores que intervinieron en la reforma de la nueva Ley de Aguas Nacionales (LAN)
de 2004, en lo que se refiere a la carencia aún de las suficientes instancias para la consolidación de la evaluación de la conformidad del sector agua, pues en su artículo 14 bis 3 se establece el nuevo ámbito
de competencia de IMTA, como una manera de apoyar todavía más aquella consolidación.
Aunque en términos generales, el panorama no es muy halagüeño para el sector agua en México, no obs-tante los esfuerzos que la CONAGUA ha desarrollado para promover y difundir la normalización y su con-secuente evaluación de la conformidad, salvo honrosas excepciones, todavía no ha sido posible consolidar las instancias requeridas para asegurar la calidad de la infraestructura hidráulica del subsector riego que
en el país existe actualmente o, bien, se esta construyendo. De ahí la urgente necesidad de generar otras alternativas que permitan disponer de las opciones necesarias para este propósito.
No obstante los ingentes problemas económicos que enfrenta, tanto internos como externos, la situación para el sector agua en México ofece importantes oportunidades para los proveedores de estos bienes y servicios.
Tanto lo anterior da idea del entorno que las empresas mexicanas deben enfrentar para los próximos años, entorno en que, al igual que ella, las instituciones del sector como la CONAGUA y el IMTA, están inmersas
y al cual deben también enfrentar en forma positiva si se quiere salir airoso ante los retos que el mundo glo-balizado exige.
En este sentido, el COTENNSER, en lo que se refiere al Subsector Riego y drenaje, tiene ante sí importan-tes retos que deben ser realizados, precisamente para reforzar y consolidar lo que antes se ha mencionado, a saber: